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Aprendiendo en un hogar latino

Las clases en línea me han enseñado lo diferente que es mi vida en Chicago en comparación con mi vida en Kenyon. He vivido en Chicago en la misma casa por veinte años y es la primera vez que mis padres ven cómo me va en mis clases universitarias. Vivo con mis padres y mis dos hermanas que también asisten a la universidad. Mi gemela asiste a una universidad en Minnesota y mi hermana mayor va a la escuela de posgrado. Me siento muy rara en mi casa porque la última vez que mis padres me vieron completar un trabajo para mis clases fue en la secundaria. No me involucré en tantas organizaciones en la escuela secundaria en comparación con los grupos de los que soy parte este año; entonces, mi mamá se preocupa más de mi salud porque parece que estoy más estresada este semestre. Además, mis padres no entienden lo que yo estoy haciendo para mis clases ni lo que hago para las organizaciones en las que estoy, porque no hablan inglés. Mis hermanas son las únicas que entienden lo que hago porque ellas también tienen que asistir a sus clases en línea, pero a veces no nos entendemos porque no vamos a la misma escuela. Sofía, mi compañera en Kenyon, vive en Costa Rica y este está enes su último año. Su hermano mayor también habla inglés y hay veces en las que se hablan en inglés entre ellos dos para que sus padres no entiendan. Un día, estaban platicando en inglés y su papá le dijo bien serio, “Sofía, estamos en Costa Rica y aquí se habla español. Es de muy mala educación hablar en inglés”. Ella quedó sorprendida porque eso es exactamente lo que le dicen en los Estados Unidos. Ella me dijo que se siente como si no tuviera un lugar en donde se puede comunicar porque en cada lado, alguien se ofende. Yo también siento este mismo sentimiento de Sofía. Aunque me siento diferente cada vez que vuelvo a casa de vacaciones, nunca me había sentido tan fuera de lugar en mi vida familiar y escolar.

Otra cosa que he notado es que mi mente piensa en español cuando estoy en casa porque mis padres sólo hablan español. Cuando estoy en el campus, mi mente piensa en inglés. Siento que tengo dificultad para pensar en palabras en inglés cuando estoy en clases. Mi compañera Sofía expresó los mismos sentimientos que yo cuando trataba de participar en clase. Sofía me dijo que cuando participa y dice algo, siente como si lo hubiera podido decir mejor en español; entonces, se siente como si fuera su primer año de la escuela otra vez. Sofía nada más escucha y habla inglés durante el tiempo que tiene clases, así que ella no siente como si se estuviera comunicando tan bien como quiere. Sofía y yo notamos que participamos menos en clase, pero puede ser porque las clases en línea no requieren tanta participación. A veces, no participo en clase porque pienso que no voy a decir lo que quiero decir claramente. También cuando hablo con mi familia se me hace difícil decir lo que quiero decir. Hay veces en las que no les puedo decir lo que estoy haciendo porque no sé cómo traducir lo que estoy aprendiendo al español. Mis padres tienen una idea de lo que estoy estudiando, pero no entienden completamente lo que quiero hacer.

Me di cuenta de que a veces se me hace bien difícil concentrarme durante clase o cuando estoy haciendo la tarea. Somos cinco en una casa chiquita y somos latinos, así que se pueden imaginar qué ruidoso se pone en la casa. Mi mamá habla por teléfono con su familia en México todos los días y me enseña memes por Facebook. Además, tengo mis clases en la tarde cuando todos están despiertos, por lo que es muy difícil encontrar un lugar tranquilo para asistir a clase. A mi papá le encanta ver sus series por Netflix y nunca se pone sus audífonos. Mis hermanas también toman clases, pero mi gemela tiene su propio cuarto donde tiene una buena conexión al internet y mi hermana mayor se está mudando al departamento de arriba. Sofía también se dio cuenta de las veces que no se puede concentrar en clase. Ella completa sus estudios en su cuarto, pero a veces se asoma su mamá para verla por la ventana y ahí es cuando ya no puede estudiar. Ha notado que hay una diferencia cultural en los hábitos de estudio entre los Estados Unidos y Costa Rica. Su mamá le dijo que estudia mucho más de lo que cree que necesita estudiar, pero eso es lo que hace y a lo que está acostumbrada.

Sofía y yo no somos las únicas estudiantes latinas de Kenyon, por lo tanto, no creo que seamos las únicas que hayamoshemos notado estos cambios durante el tiempo de aprendizaje en línea. Escucharla pasar por lo mismo me hizo sentir menos sola y menos fuera de lugar. Espero que leer esto te haga sentir menos solo/a, especialmente porque es muy fácil aislarnos en momentos difíciles como este.


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