top of page

Son las diez y cuarenta y tres y la luna


tiembla

en una envoltura de papas fritas

que el viento dejó de mover

para dejar a la noche pasar

tranquila yo sigo lejos

y a diferencia de ella no sé nada

de lo que quedó de la tarde

en el pavimento aún tibio

pero me imagino que quiere que

llegue la mañana ¿y qué

si se siente sola? ¿y qué

si está celosa de las mesas

metálicas de los restaurantes

de comidas rápidas? ¿y qué

si le duele no ser una valla publicitaria

ni poder entrometerse en

las pequeñas conversaciones de

los carros casi vacíos que se cruzan

en las doble vías? yo no sé

de paciencia ni de luz

reflejada pero sé que por los andenes

se pasea la noche como

una oruga hambrienta

y que la luna sigue allá

atrapada esperando

y pensaría en mí

si supiera que estaré o he estado

en este mismo momento




Recent Posts

See All

La tumba sola

La mujer y la niña salieron de la iglesia y se dirigieron al cementerio inmediatamente después de su conversación con el cura. Habían...

Comments


bottom of page